Las cristalinas aguas del río Darro, se recrearon desde el amanecer de la aurora, contemplando a una linda chiquilla que jugaba como una florecilla más entre las que perfumaban el bosque de la Alhambra, en el recoleto “Carmen del Granadillo", donde los duendecillos de la floresta con la que se viste la Sultana Alhambra, le regalaron sus primeros pinceles, en una tarde en la que el Sol a regañadientes se marchaba, porque quería que dejara plasmado en una simple cuartilla este colorido atardecer, la hicieron pintora para la eternidad.

  Cari Muñoz, artista sumamente acreditada, su nombre ya flota en el aire a nivel internacional.  Su estilo pictórico causa admiración en todas las galerías donde se está exhibiendo, domina a la perfección, la mezcla de la resina y/o las tintas al alcohol y técnica mixta con el color, creando obras donde se manifiestan los sentimientos, tanto de euforia como de tristeza en determinados momentos de su caminar artístico, porque su vida y su obra forman un solo cuerpo. La realidad se disuelve, domina el misterio, el ensueño, y están llenas de temperamento e impulso, testificando la espontaneidad y energía positiva, donde la abstracción impresiona, dejando vestigios de realismo que, hay que descubrirlos porque existen. . 

  Expresa con una elegancia especial lo que siente al construir sus pinturas. Ella supo surgir del dolor de lo que perdió que era el centro de su vida y ha surgido como el Ave Fénix, alcanzando el triunfo. 

    José Medina Villalba: Profesor, pintor, escultor y escritor.